Preguntas y respuestas

Procesado de alimentos

La tecnología HPP se utiliza comercialmente en una amplia gama de alimentos y bebidas, como fiambres, bebidas elaboradas a partir de fruta y leche, alimentos infantiles, productos lácteos, alimentos para mascotas, comidas preparadas, comidas y carnes marinadas, marisco, y una amplia variedad de productos vegetales, como guacamole, hummus, salsas, ensaladas preparadas, tofu y alternativas vegetarianas elaboradas a base de proteínas vegetales. La mayoría de los alimentos y bebidas son aptos para la tecnología HPP. No obstante, algunos factores intrínsecos y extrínsecos son importantes para determinar las condiciones del procesado por HPP y el cumplimiento de las normas y las directrices reguladoras.

Como tecnología basada en la ciencia, la tecnología HPP cuenta con el total reconocimiento de varios organismos reguladores de todo el mundo como un proceso antimicrobiano con capacidades superiores para la inactivación un gran número de patógenos alimentarios importantes, sino también como un método para ralentizar la proliferación de bacterias responsables del deterioro de los alimentos, lo que permite prolongar la duración de los productos en condiciones de refrigeración entre 2 y 10 veces en comparación con los alimentos no procesados. Ambos beneficios pueden suponer un impacto significativo en los desafíos globales relacionados con la seguridad alimentaria y con el desperdicio de alimentos. La mayoría de los métodos de procesado de alimentos convencionales, como el tratamiento por calor y/o el uso de químicos, tienen efectos negativos en la salud y en la nutrición. Los consumidores demandan alimentos con altos valores nutricionales, sobre todo los presentes en alimentos frescos, crudos o ligeramente procesados. La tecnología HPP no afecta a los componentes nutricionales ya que no interfiere en los enlaces covalentes, por lo que los productos conservan sus vitaminas y compuestos bioactivos. El uso de la tecnología HPP permite a los productores eliminar los conservantes químicos utilizados para controlar el crecimiento microbiano y reducir la frecuencia de las pruebas de seguridad alimentaria, lo que satisface las demandas de los clientes en cuanto a alimentos sin conservantes, contribuye a reducir los costos operativos y aporta valor a la empresa. La tecnología HPP se ha convertido en el proceso preferido de entre las tecnologías de procesado de alimentos no térmicas. La inactivación de los patógenos alimentarios en el posenvasado proporciona a los productores de alimentos y bebidas la confianza en cuestión de seguridad alimentaria que necesitan para proteger a sus consumidores, así como para garantizar la reputación de sus marcas y de su empresa.

Durante el proceso de HPP se alcanza una presión de hasta 6000 bar (87 000 psi). A esta presión, los productos se comprimen aproximadamente un 15 % de su volumen original, por lo que los envases HPP deben ser impermeables y herméticos, y deben estar fabricados con materiales flexibles que puedan resistir una compresión de al menos el 15 %. Por ello, se suelen utilizar algunos materiales plásticos para este proceso, ya que son lo suficientemente flexibles como para comprimirse sin romperse y lo suficientemente elásticos para recuperar su forma original tras el proceso. Además, es posible utilizar algunas alternativas sostenibles, como rPET, PP, PLA y otras soluciones biodegradables. Entre los envases y materiales que se suelen utilizar para el procesado por HPP se encuentran botellas, vasos, bolsas y bandejas en combinación con varios tipos de películas protectoras y cierres. Las superficies de sellado para las películas protectoras deben ser relativamente anchas, uniformes y preferiblemente planas. La capacidad de sellado (resistencia del sellado térmico) es un factor importante para el envasado y depende del proceso por HPP. Los patrones cruzados no son adecuados, ya que permiten la entrada de oxígeno en los envases, lo que contribuye al deterioro de los productos por oxidación.

Sin duda. La tecnología HPP garantiza la seguridad alimentaria, prolonga la duración de los productos y conserva las propiedades de los alimentos frescos. Además, la tecnología HPP está ampliamente reconocida por numerosas autoridades de seguridad alimentaria (FDA, EFSA…). La seguridad alimentaria se consigue inactivando los patógenos latentes, como bacterias, virus, mohos, levaduras y parásitos, mediante la aplicación de una presión de entre 400 MPa (400 bar/58 000 psi) y 600 MPa (6000 bar/87 000 psi) entre unos segundos y 6 minutos.

Nuestro Programa de Atención de Quintus refleja nuestra cultura de asociación, tal y como hemos demostrado siendo los líderes en tecnologías de presión durante casi 75 años. Los beneficios inmediatos y a largo plazo del Programa de Atención de Quintus incluyen el control de los costos operativos, el acceso a piezas garantizado, revisiones técnicas regulares, capacitación de procedimientos correctivos y soporte de aplicaciones, así como oportunidades para participar en seminarios educativos.

Proporcionamos soporte a nuestros clientes a lo largo de todo el proceso de desarrollo de tratamientos por HPP, desde recetas hasta diseño de envases, pasando por servicios de validación internos. Nuestro exhaustivo servicio de evaluación y soporte tiene como objetivo colocar su producto en el mercado lo más rápido posible.